Ariadna de la Vega
Dra. en Psicología Clínica y de la Salud

Cómo puedo ayudarte
Posiblemente te preguntes si la terapia es adecuada para ti o si esta es la terapia que estás buscando, por eso te voy a explicar cómo te puede ayudar y algunos de los objetivos que puedes conseguir con la terapia.
Ser tu mejor versión

La terapia NO es sólo para cuando tienes un problema, ni siquiera es únicamente para prevenir problemas. El enfoque basado en los problemas (ya sea para solucionarlos cuando están o prevenirlos para que no aparezcan) es una visión parcial y reduccionista de lo que ofrece una terapia. Según la Organización Mundial de la Salud, la salud no es sólo "la ausencia de enfermedad" sino el mejor estado de bienestar posible. Si quieres no sólo "no estar mal", sino "estar lo mejor posible y ser tu mejor versión", puedo ayudarte. ¡No esperes a estar mal! Igual que no sólo acudimos al fisioterapeuta cuando tenemos que hacer una rehabilitación tras un trauma, sino que podemos acudir para ganar en bienestar, flexibilidad, movilidad, en psicología ocurre lo mismo... La salud es holística y global, no es sólo física, sino psicológica y emocional. La denominada psicología positiva aboga por este enfoque y es también el que yo adopto en mi labor profesional.
Realizar cambios

Seguramente hay algo en tu vida que quieres cambiar, piensa un momento como cada año realizas nuevos propósitos en enero. Tal vez sea adoptar algún hábito saludable, dejar de fumar, hacer más deporte, alimentarte mejor y tener una relación más sana con la comida... la función de terapeuta no es decidir por ti, ni decirte lo que debes hacer ni mucho menos regañarte o dar sermones, por el contrario en terapia te acompañaré en tu proceso de cambio, en los cambios que tú elijas y que sean una prioridad para ti, para ello consensuaremos objetivos y te ayudaré a plantear metas vitales y redactarlas de manera concreta y más productiva. A través de la alianza terapéutica formaremos un equipo que rema juntos con el mismo propósito. Además en terapia aprenderás de qué depende que las personas cambiemos, por qué fases pasamos al cambiar, por qué recaemos o cuáles son los factores que ayudan al cambio actitudinal, de expectativas o conductual...
Adquirir habilidades

En terapia te harás con una especie de caja de herramientas como las que tienen los mecánicos o un botiquín como el de un enfermero. Tu caja de herramientas no serán objetos físicos sino habilidades, conocimientos, estrategias, que te servirán no sólo para el presente sino para ser más resiliente en el futuro. Muchas cosas necesarias para el día a día no nos las han enseñado en ninguna escuela: qué me quieren decir las emociones, para qué sirven, cómo regularlas, cómo relajarme, cómo dejar de rumiar... son sólo algunos ejemplos para los que se utilizan técnicas psicológicas.
Tener relaciones más sanas con los demás

Muchos de nuestros problemas son relacionales. Están a la orden del día los conflictos con nuestros jefes, compañeros de trabajos, familiares, amigos o pareja / relaciones afectivas. En terapia puedes aprender cómo cuidar mejor las relaciones, cómo gestionar conflictos interpersonales, poner límites, defender tus derechos y necesidades de manera asertiva, comunicarte mejor... también cómo detectar relaciones abusivas, no caer en la dependencia emocional o en patrones desadaptativos, detectar "personas tóxicas", cuidarnos ante ellas, soltar y elaborar el duelo.
Tener un espacio seguro

La terapia te ofrece un espacio seguro, de aceptación incondicional, dónde puedes ser tu mismo, donde los criterios del encuadre son confidencialidad y no juzgar. El terapeuta te ofrece un apoyo diferente al que puede darte un familiar o un amigo, está de tu parte, persigue tus mismos objetivos, no te juzga, te acompaña, no tiene ningún conflicto de roles u otros intereses, su meta es tu bienestar y vela por ti. A través de la calidez, la escucha activa y la alianza terapéutica, te ofrece un modelo de relación interpersonal saludable y sanadora que por sus peculiaridades especiales no es equiparable a ningún otro tipo de relación interpersonal.
Autoconocimiento y autoestima

Es hora de priorizarse, de cuidarse, de quererse. De mejorar la autoestima, aumentar el autoconocimiento y la competencia autopercibida, mejorar la resiliencia, despedir a nuestra voz crítica y adoptar un lenguaje interno más respetuoso y compasivo. Aprender cuáles son tus resortes, tus vulnerabilidades, a afrontarlas, conocerte mejor, saber identificar tus emociones y gestionarlas, desterrar creencias irracionales destructivas y contraproducentes y dejar se sabotearte. Si hay alguien que no puedes permitirte que no te quiera, que no te valore, que no te respete, que no apueste por ti... ese alguien eres tú mismo, es hora de dejar de ser tu peor enemigo para convertirte en tu mejor amigo y aliado.